Durante los viajes o recorridos urbanos consigo interrumpir mi proyecto pensado, descubriendo en el recorrido instantes menos meditados, refrescantes y espontáneos, renovando así las ideas y sensaciones surgidas por ese primer impulso.
Visionando nuevamente las imágenes, estas, me ayudan a renovar y profundizar aún más el discurso meditado en un principio, dando paso así a otros nuevos.